ARRANCANDO

Abrí este blog con mi primera entrada haciendo una declaración de intenciones sobre lo que quería hablar, pero fui dejando pasar los días sin escribir nada más, como cuando dejas unos zapatos que solo has usado una vez en el armario durante meses porque te da pena tirarlos pero sabes que no te los volverás a poner porque te machacan los pies.
Bueno el ejemplo no es del todo acertado ya que este blog no tiene nada que me moleste directamente, simplemente estaba en la delgada línea de dejarlo o no. Y el motivo es una mezcla entre pudor e innecesariedad (si se admite miembras en el d.RAE, que se admita ésta, que cada día, paradojas de la vida, me parece más necesaria).
Tengo la firme sospecha de que todo blogero al escribir un post, lo relee antes de mandarlo porque tiene miedo de que piensen que es idiota. Yo también tengo esa mala sensación al escribir ante un público desconocido, pero soy consciente, de que a la mayoría del planeta Tierra y parte del extranjero, se la pela lo que pueda contar. Pero va dirigido, si fuera posible, a la gente que le guste.
Como decía Mamá Ladilla en una magnífica canción, ‘A la basca le da igual’, así que hablaré de lo que surja.
Y a la primera persona a la que debería darle igual lo que piense la gente es a mí, así que adelante.