Llevo unos días en levante, y hace una hora he llegado a mi casa. He estado con los amigos de la carrera, ingenieros. A algunos hacia semanas que los había visto, y a otros varios meses, quizá un año.
En algún momento de la noche hemos hablado de cómo nos va a cada uno a nivel profesional. Una, la que se casa dentro de un mes, trabajadora infatigable, juerguista y superorganizada, muchas veces llega a su casa a las doce. Está en una importante multinacional, coche propio, dietas, se dedica al mantenimiento de la maquinaria de un hospital. Bromeaba con pedir cama allí para ahorrase el trayecto y así ganar unas horas de sueño. Otra, bonachona, de esas personas que jamás se pillaría un cabreo en público, se planteaba hacer una oposición, es reservada ella, pero parece ser que hay demasiado volumen de trabajo y dice que la idea cada vez toma más fuerza. Otro, que nunca sacó notas especialmente buenas ni destacó, pero que ha salido de la uni muy bien formado, es decir que ha relacionado todo lo que sabe y lo aplica, me comentaba que curra de pesacatero en el mercado y por las tardes da clase a niños de la ESO. Pero Gos, ¿y eso? Si a ti te encanta la ingeniería… . Ya… pero para estar currando como un cabrón con un sueldo que tampoco es muy allá, y un montón de horas (…). Ha sido la típica conversación que no se desarrolla porque vamos en grupo, se forman parejas, se va hablando precipitadamente de camino a un bar para tomar unas cañas. Pero como siempre, al llegar a casa después de haber estado de vida social, hay una frase que retumba en mi cabeza, algo que me lllama la atención y es importante.
Pues estoy de pescatero, por las mañanas… seis horitas… Se está mejor que en una empresa, que echas mil horas, y (…)
Umh...
Otra, decía que había echado el curriculum a correos, que un compañero suyo lo echo, y cobra 1100 euros que no es una maravilla pero no tiene responsabilidad y no curra casi nada. Es lo mejor que puedes hacer! Le decía otro.. A ella se le ha iluminado la cara, se le ha visto esa alegría de saber que esa decisión que había tomado sin mucha firmeza y con el temor de estar haciendo una gilipollez, era muy bien valorada por alguien de más edad y que ya sabe lo que dice.
Sé que tienen razón.
Mi cabeza es un hervidero. Y a veces sale vapor a presión por algún lado, a escape. Cuando empecé la ingeniería fue para mí un salvavidas. Me gusta, me apasiona el trabajo bien hecho. Buscar soluciones a un problema, calcularlos, escoger la mejor y llevarlo a cabo.
El caso es que es como si fuera andando por una avenida con paso firme, y me bajado un poco la velocidad, como cuando de repente en plena calle dudas de si vas por el camino correcto, ‘O no era por aquí…?’… Te llevas despacio la mano a la boca sin llegar a tocarla y ‘Sí, sí, era por aquí'. Solo que hay pintadas, voy sola, y tengo que estar alerta.
Se avecinan hostias.
sábado, 5 de julio de 2008
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4 comentarios:
Caray!! Es triste tener que tomar la decisión de no trabajar en lo tuyo porque esté muy mal pagado, o, directamente, porque no haya curro... A veces pienso que he sido afortunada, porque yo siempre he trabajado de lo que estudié...
Sí que hay curro, pero si quieres ser alguien tienes que currar muchas horas y asumir mucha responsabilidad... Por eso hay gente que se va a dar clases en la uni, o particulares, o se monta su propia empresa, o incluso hace una oposición y... a desayunar, que son dos días!
Cómo me suena todo esto...
Aunque bueno, en mi sector no he encontrado a casi nadie que haya tirado por donde dicen tus compañeros. Soy yo la que se lo plantea cada dos por tres.
Pero claro, mi sector está llenito de niños bien a los que han educado para ganar dinero y ser gente "con clase" (JA) y tienen asumido desde el principio que tendrán que sacrificar su tiempo y su salud mental.
Yo no, yo no lo tengo nada claro, y cuanto más subo y más trabajo, y evidentemente, más cobro, menos claro lo tengo... esto no es pa mi, yo quiero tranquilidad...
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