miércoles, 16 de julio de 2008

¿El todo vale merece la pena?


El otro día me fui de compras con unas amigas.

Tras unas cuantas tiendas, fuimos a Mango. Mango outlet, de acuerdo, pero Mango. Allí había expuestos, sin ningún tipo de pudor, jerseys gigantes, prendas elaboradas con lycra 100% -han pasado 8 años sin lycra pura-,camisas de esta tela que es como toda arrugadita y da la impresión de que podría romperse como un papel como la del forro de los bañadores de los tíos, prendas de lana color naranja, fucsia, cinturones de plástico con bordados…
Pero lo peor estaba por venir. Al llegar a la vitrina de los zapatos, empalidecí. Era como los vástagos de un Chernobil del calzado, un museo de los horrores, los renglones torcidos de la moda. Tacones grotescamente altos y rectos, colores pastel en charol, híbridos de zapatilla de deporte con merceditas: por dios, ambas prendas ya eran suficientemente feas por separado! Tiras de plástico transparente, plataformas de madera oscura, ante naranja para zapatos veraniegos,…
¿De qué sirve que paguen una millonada a Penélope Cruz y hermana, para que diseñen (JA) una colección, o de que inviertan en publicidad si luego mezclan prendas de relativo valor con toda esa guarrería?

1 comentario:

Brie dijo...

cooosa más fea, madre :D