lunes, 29 de septiembre de 2008

3, 2, 1, ... Comenzamos!



No era el trabajo que quería, ni la empresa que quería. Pero he aceptado.
Hubiese querido la energía eólica, pero las dos más grandes me dieron la espalda.
La primera por no darles un sí rotundo e inmediato. No es buena estrategia por su parte. Porque una decisión importantísima con muchísimas condiciones a corto y largo plazo, es decir, loq ue se dice un cambio de vida radical, ha de pensarse, y yo tardé 24 horas. Solo despues de este tiempo, yo ya sabía 100% que quería estar ahi y no iba a dejarles tirados en la cuneta a los 6 meses, haciendoles perder miles de euros a la empresa. Pero por lo visto querían ese tipo de personas que se lanzan de cabeza a la psicina. La verdad es que deseo que les vaya mal.
La segunda porque me evaluó una psicóloga. El cabreo que me pillé fue histórico. Afortunadamente logré no hacerselo constar. Pero hay que reconocer, que después de toda una vida estudiando, estudiando de verdad, no ya solo para sacarme la carrera sino para ser la nº1, MANDA HUEVOS que sea una psicóloga al que me diga a mi, si encajo o no encajo en el puesto. Será muy buena en su campo, no lo dudo, pero que se vaya a psicoanalizar a gente, o a hablar con niños problemáticos en un colegio, pero que no se ponga en mi camino porque no pasé por encima de su cadáver de purito milagro. Es como si... un arqutecto, le dice a un médico si encaja en el puesto de cirujano o no. Ninguno de los dos es mejor ni peor, pero joder, son distintos!!
El caso es que este miercoles empiezo. El sueldo está bien, no como los anteriores que querían cogerme, que hirieron un poco mi orgullo. Tiene que ver con lo mío, y no me aleja del camino que quiero seguir.
Además, tengo unas ganas locas de irme de compras! Y de salir a cenar, de copas, ver a Luis Piedrahita... a ver cuando hace espectáculo!!

martes, 23 de septiembre de 2008

Los lunes al sol. Los martes también.

Al bajarme del metro hice un esfuerzo para obviar un pinchacito de desilusión. No era el centro, tan boyante de luces, cafeterías de madera oscura, gente trajeada yendo y vininedo; pero quizá en cambio tengan más suelo para unas oficinas más amplias. Es algo queya he visto otras veces.
Pero conforme me iba acercando a la empresa por una cuesta más propia de una montaña rusa que de una zona industrial de la capital de un pais, he visto que más que oficinas, allí había talleres y fábricas. Paisaje de chapa, cemento, palés, polvo y matojos de esos grisáceos que no se sabe bien si están vivos o muertos.
He llegado bastante pronto, y la recepcionista, sorprendentemente simpática, me ha indicado dónde podía tomar un café. O una cafetería o el comedor de la empresa. Como no quería seguir por la cuesta imposible buscando una cafetería seguramente grasienta, me he decantado por el comedor.
Era relativamente amplio. Sillas blancas, unas con un acolchado que había vivido tiempos mejores, ahora con bocados en la gomaespuma, y algunas sillas blancas también pero de plástico. Mesas de tablón conglomerado, varios microondas, y una máquina de café. Líderes en su sector, 15.000 empleados, i+D, pero... todo tenía un aspecto muy ... de Portugal.
El café casi consigue bajarme los ánimos, pero una vez más, me he resistido.
El entrevistador, con manga corta y corbata. Olía a sudor ya a las 10.00 de la mañana.
Todavía estaba dispuesta a luchar por ese empleo, a pesar de mil cosas.
- (...)
- En qué rango salarial te ubicas.
- Pues... se que para mis características está entre 18.000 y 24.000.
- Bueno, nosotros ofercemos... dentro de ese rango, la parte inferior.
- Y eso son...
- 18.000.
- Mmm...
Cuando alcé la vista para encontrarme con la suya, me consoló ver una cosa: incomodidad.

domingo, 14 de septiembre de 2008

ENTREVISTAS

Llevo semanas de entrevista en entrevista. Lo que peor llevo es cuando me entrevistan los de RRHH. Me pregunto por qué en la mayoría de casos el primer filtro por el que debo pasar está constituido por una sola persona, psicóloga. Por qué las empresas confían de esa manera en una persona que será brillante en su campo, no lo dudo, pero que no entiende ni papa de ingeniería, me tiene que evaluar si yo encajo o no encajo en el perfil de ingeniero. Está claro que no! Se que hay gente sin prejuicios, ya lo sé, pero todos tenemos unos pocos, incluso yo la primera!! He sido llamada por las dos empresas líderes mundiales en el campo que pretendo introducirme, pero claro, en la entrevista se encontraron con básicamente esto...



jj